A lo largo de la historia se han creado distintas tipologías y sistemas constructivos que dan cuenta a ciertas condiciones físicas, geográficas, sociales, económicas y políticas. Cuando estas condiciones cambian, la vivienda evoluciona. La casa maya, en tanto arquitectura vernácula, es la expresión viva de un objeto arquitectónico que responde a su entorno. Su morfología de volúmenes largos y angostos, así como sus techos altos, propician un refugio para un incesante clima cálido y húmedo.